Café con Tech #52 ☕ - Tesla Va Viento en Popa
Tesla comienza bien el año, Bloomberg compra influencers y el mal año de SoftBank continua
Tiempo de lectura: 7 minutos
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Las películas y series nos han hecho pensar que la Inteligencia Artificial es un riesgo para la humanidad, capaz de volverse más inteligente que nosotros mismos en cuestión de unos años. Sin embargo, la realidad es que estamos extremadamente lejos de eso.
En el libro que estoy leyendo ahora, Janelle Shane, explica de una manera sencilla, chistosa y fácil de entender qué es la inteligencia artificial y cómo funciona. Particularmente, me ha encantado el sentido del humor que el libro tiene, demostrando de una manera muy chistosa lo “estúpida” que es la Inteligencia Artificial hoy en día.
En parte, esto se debe a que los programas de AI que existen hoy en día tienen en su mayoría el mismo número de neuronas que una lombriz. Aclarando por supuesto que, a diferencia de la lombriz que se ve obligada a usar sus neuronas para controlar todo su cuerpo, la AI actual puede enfocarlas todas en la tarea que le asignaron de una manera extremadamente textual.
El libro lo recomiendo a cualquiera interesado en el tema, pero si quieren quieren primero ver más o menos de que se trata y el tono que tiene, este TED Talk que la autora dió el año pasado es un buen abrebocas:
rafa
📚 En mi mesa de noche: You Look Like a Thing and I Love You: How Artificial Intelligence Works and Why It's Making the World a Weirder Place by Janelle Shane
🎧 Podcast de la semana: Shopify’s Tobi Lutke: Be a platform - Masters of Scale with Reid Hoffman
🏎 Tesla Aprovecha Su Buen Momento
Tesla anunció esta semana que estaría vendiendo el equivalente a USD 2.000 millones en acciones, tan solo días después de que Elon Musk dijera que no tenía sentido para la compañía salir a vender acciones en este momento.
La compañía dice que utilizará el dinero que reciba de la venta para fortalecer sus finanzas y para “fines corporativos generales”. Tesla ha tenido un desempeño excepcional en la bolsa en lo que va de año, con la acción rompiendo récords y sobrepasando los USD 800 por primera vez.
La decisión de Tesla hace sentido si vemos la situación de la siguiente manera: Si eres una compañía que quema mucha plata, y a mucha gente le emociona lo que estás haciendo y están dispuestos a comprar acciones en tu compañía, y están tan emocionados por comprar acciones en tu compañía que el precio de tu acción se triplica en cuestión de meses al punto de que tu compañía, que históricamente ha perdido plata, ahora vale USD 140.000 millones. Entonces, deberías aprovechar que la acción está muy alta para vender acciones en tu compañía y así poder financiar las operaciones a un mejor precio.
Suena obvio pero, ¿quizás no lo és? Sin duda alguna para Elon Musk no lo era porque tan solo hace unos días había dicho en una llamada que no hacía sentido. En fin, el punto es que Tesla lo está haciendo.
Ahora, quizás se preguntarán “ajá y, ¿qué tiene de especial todo esto?” Excelente pregunta. Tesla hoy en día vale USD 140.000 millones, eso significa que vale más que Ford (USD 32.300 millones), General Motors (USD 49.700 millones) y Honda (USD 48.800 millones) combinados.
Es posible que su valor sea el correcto, aunque muchos piensan que la compañía está sobrevalorada, al final del día Tesla podría valer más que tres de los fabricantes más grandes del mundo debido al enorme valor agregado que sus carros tienen al ser de lo más innovador que existe.
Recordemos además que, como hablamos hace un par de semanas, Tesla superó todas las expectativas cuando reportó sus resultados del último trimestre de 2019:
Por último, y quizás siendo la mayor sorpresa, Tesla superó todas las expectativas. La startup de Elon Musk reportó ingresos alrededor de los USD 7.400 millones, superando los USD 7.100 millones que los analistas esperaban. Adicionalmente, la startup anunció que comenzarán a entregar sus carros Model Y alrededor de marzo, varios meses antes de la promesa de otoño 2020 que habían hecho (algo inédito).
Honestamente, no estoy seguro si la acción de Tesla está sobrevalorada o no, no termino de decidir cual es mi posición. Lo único de esta noticia que realmente me llama la atención es la poca cantidad de plata que la compañía decidió levantar.
Tesla piensa vender únicamente el equivalente en acciones a USD 2.000 millones (menos del 1,5% de su valoración) pero tiene planeado invertir este año unos USD 3.500 millones. ¿Porque no simplemente aprovechar la situación para financiar esas inversiones que tienen que hacer de una manera sencilla? Si seguro, Tesla tiene casi USD 7.000 millones en el banco y podría usar esos pero, ¿eso no es excluyente? No sé, la verdad, no sé.
Sobre todo, recordemos que hace tan solo año y medio Musk había tuiteado que pensaba convertir a Tesla en una compañía privada a un precio de USD 420 x acción y que ya tenía la plata para hacerlo, algo que al final no pasó (porque Musk no había conseguido la plata) y que llevó a que Musk se metiera en problemas (porque el tweet hizo que la acción subiera de precio). La acción hoy está a casi el doble de eso, algo que seguramente Musk no esperaba que pasara tan rápido.
El punto aquí es que como todo lo que rodea el excentricismo de Elon Musk, entender que está pasando con la acción Tesla es difícil. Sin embargo, Tesla continúa demostrando que todos los que por años han dicho que la innovadora compañía de carros estaba destinada a fallar están equivocados, por ahora.
The Verge
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🤳 Compra Influencers = ¿Compra Elecciones?
Uno de los fenómenos más interesantes cada vez que hay una elección presidencial en Estados Unidos es que se hace más evidente cuál es el medio con mayor influencia. Si las elecciones de 2008 en Estados Unidos se destacaron por ser las primeras en las que los candidatos presidenciales utilizaron redes sociales para llegar directamente a los votantes, y las de 2016 se destacaron por demostrar el poder de las noticias virales (así sean falsas), las elecciones de 2020 podrían ser las primeras en las que el foco esté en los "influencers”.
Esta semana, Mike Bloomberg, una de las personas más ricas del mundo y ex-Alcalde de Nueva York, bombardeó Instagram con publicidad paga en cuentas de influencers. El ex-Alcade se encuentra compitiendo por la nominación a presidente del Partido Demócrata y parece estar dispuesto a invertir bastante para estar en el top-of-mind de los votantes.
La campaña de Bloomberg logró esta semana que cuentas con un total de más de 60 millones de seguidores en Instagram publicaran publicaciones publicitarias sobre su campaña. Sin embargo, y muy inteligentemente en mi opinión, las publicaciones fueron hechas para parecer memes e incluso confundir si eran burlándose del candidato o si eran publicidades reales (aunque es importante aclarar que todas estaban marcadas como publicidad en Instagram, así que era transparente).
La estrategia de Bloomberg es curiosa sobre todo porque en lugar de ser la típica publicidad con tono patriota que la mayoría de los políticos suelen poner en redes sociales, las publicaciones decidieron usar el tono sarcástico típico de internet.
Del mismo modo que históricamente las celebridades han decidido apoyar a candidatos preferenciales, muchos influencers han decidido anunciar que están apoyando a ciertos candidatos compitiendo por la nominación demócrata.
Andrew Yang, el emprededor que hasta esta semana estaba compitiendo en las primarias, había recibido el apoyo de varios emprendedores y YouTubers. De igual manera, Bernie Sanders ha recibido el apoyo de influencers como Joe Rogan, que cuenta con uno de los podcasts más populares actualmente, o Ethan Klein, un popular YouTuber.
La gran diferencia entre estos ejemplos y el de Bloomberg es que Bloomberg pagó a estos influencers para que lo apoyaran mientras que Yang o Sanders simplemente recibieron el apoyo de sus influencers porque estos estaban de acuerdo con sus posiciones políticas.
El caso de Bloomberg es uno que más que ponernos a pensar sobre la influencia que este nuevo tipo de celebridades tienen (la gente famosa siempre ha participado en política de una manera u otra), debería quizás hacer que nos cuestionemos el impacto que tener cantidades de dinero casi que ilimitadas puede tener en una elección.
The New York Times
☢ SoftBank, Otra Vez Radioactivo
En este newsletter hemos hablado un buen número de veces sobre SoftBank y su extraña estrategia de inversión, la cual he definido como la siguiente:
En el último par de años, SoftBank ha tenido una estrategia de inversión en startups bastante clara: 1) Encuentra una startup creciendo de manera acelerada 2) Le da a dicha startup más plata de la que necesita a una valoración alta y cuestionable 3) Esperar y ver que pasa. La idea detrás de esta estrategia es, en principio, lograr que con esos fondos las startups elegidas destruyan a su competencia y se vuelvan líderes en sus respectivas industrias.
Bueno, todo parece indicar que desde finales de 2019 hemos llegado a la etapa en la que estamos viendo realmente que pasa cuando esa es tu estrategia de inversión en startups.
Esta semana, Brandless, una compañía de retail e-commerce en la que SoftBank había invertido unos USD 240 millones anunció que estaría cerrando operaciones. Inicialmente, Brandless tenía como plan vender todos los productos en su plataforma a 3 dólares, una estrategia que obviamente no fue sostenible. La startups intentó “pivotear” y tener distintos precios para distintos tipos de productos pero ya era demasiado tarde.
En una industria completamente distinta, pero con el mismo inversionista que ya conocemos, se encuentra Flexport, la startup usando tecnología para transformar la industria de transporte de carga marítima. Si bien Flexport pareciera en general “ir bien” (tuvieron un número de clientes récord en 2019), la startup anunció que estaría despidiendo 3% de sus empleados esta semana. SoftBank le invirtió USD 1.000 millones hace un año.
Saltando nuevamente de industria, volvemos a la historia de Zume, la startup de robots pizzeros en la que SoftBank había invertido USD 375 millones y que despidió 80% de sus empleados a inicios del año. Bloomberg Businessweek publicó un interesante artículo sobre la historia de la startup hace unos días, y tiene joyitas como esta:
Zume did a so-so job delivering its first pizzas in 2016. Although some reviewers on Yelp appreciated the fresh ingredients and speedy delivery—“Clearly better than low end pizza places,” one wrote—several complained about undercooked dough or small amounts of sauce and toppings. Eventually, [co-founder Julia] Collins’s team gave up on the dream of baking the pies while driving to customers, according to two people familiar with the matter. The cheese tended to run everywhere as the trucks turned or hit bumps in the road. Instead, the oven trucks began parking in central locations, with runner cars or mopeds transporting the cooked pies.
Por último, la joya de la corona, WeWork. Esta semana, T. Rowe Price, una firma de inversión y gestión de activos, publicó su carta anual a inversionistas y decidió dedicar un pedazo a WeWork, startup en la que invirtieron en 2014:
Finally, a word about WeWork. In 2014, we made a small private investment in this upstart provider of amenity-rich office space that, unfortunately, has since caused us outsized headaches and disappointments. Explicit in our investment was an understanding with WeWork’s management that they would slow the company’s blistering pace of growth and focus instead on developing a more sustainable business strategy. They took our advice for a few months, but new investors soon arrived who convinced management to put its foot back on the accelerator.
Massive losses soon followed, but the CEO promised profitability was just over the horizon. We did not take him at his word, and we communicated to WeWork’s management and board our displeasure with its eroding corporate governance. In 2017 and again in 2019, we sold stock in tenders totaling about 16% of our shares and 50% of our initial investment. We also had a tentative deal to sell our remaining shares to a large investor in early 2019. Unfortunately, WeWork’s management had to approve the transaction, and they refused. In the wake of intense public scrutiny, WeWork abandoned its IPO plans this fall, leaving our remaining shares worth a fraction of their earlier valuation.
While it’s possible that WeWork’s new management will improve operations somewhat, we are ready to declare this a terrible investment. We seek to learn from our missteps, and it is clear that we misread the motivations of WeWork’s management and our investment partners.
Asumo que no tengo que aclarar quiénes eran estos nuevos inversionistas que hicieron que WeWork pisara nuevamente el acelerador.
🍩 Ñapa
El futuro de la movilidad urbana ya existe, son los autobuses
Nadie puede realmente explicar las leyes aerodinámicas que hacen que los aviones puedan volar